La nueva Ley de renacionalización de cultivos transgénicos
supone una amenaza para la agricultura en España
EUROPA VOTA A FAVOR DE QUE CADA ESTADO PROHÍBA LOS CULTIVOS OMG
EN SU TERRITORIO
Hoy, 13 de enero, ha tenido lugar la votación final sobre
la renacionalización de cultivos transgénicos. El Parlamento
Europeo ha votado a favor de la nueva ley que dará la
posibilidad a los Estados miembros de restringir o prohibir el
cultivo de transgénicos en sus territorios. Amigos de la Tierra,
CECU, COAG, Ecologistas en acción y PALT, consideran que esta
decisión va a repercutir negativamente en el sector agrícola
español con la entrada masiva de cultivos transgénicos.
España es el país con más superficie de cultivos transgénicos en
la Unión Europea, muy por encima de los otros cuatro Estados que
producen comercialmente organismos modificados genéticamente
(OMG), República Checa, Eslovaquia, Rumanía, y Portugal. En la
actualidad, hay un único cultivo transgénico permitido en Europa,
el maíz transgénico MON810 de Monsanto, pero con esta nueva ley,
el Estado podría abrir la puerta a muchas más variedades.
En este contexto, la decisión final de aceptar la propuesta sitúa
al Estado Español en una posición muy vulnerable. La ley
agilizaría la tramitación de autorizaciones de nuevos transgénicos
a nivel europeo. Para España, esto significaría la entrada masiva
e incontrolada de cultivos transgénicos, contaminación transgénica
de la cadena alimentaria, y afectaría seriamente al sector de la
agricultura ecológica (con más de 1,6 millones de hectáreas,
34.000 operadores y casi cuatro mil industrias en 2013 ).
¿Qué compromisos técnicos conlleva?
• Existe la opción, que dependerá del Estado, de que la primera
valoración sobre la prohibición o no de un cultivo OMG provenga de
las empresas biotecnológicas. Aunque los Gobiernos también pueden
prohibir el cultivo sin la intromisión de la industria. Las
organizaciones firmantes critican la idea de que los Estados
soberanos y gestores de riesgos pidan permiso a las empresas para
tomar una decisión sobre los cultivos transgénicos en sus
territorios.
• Los gobiernos tienen el derecho de prohibir grupos de cultivos
transgénicos, ya sea por variedad de cultivo o por características
del mismo, por ejemplo, todas las plantas de maíz transgénico o
todos los cultivos transgénicos tolerantes a herbicidas.
• Los estados pueden iniciar la prohibición de los cultivos tanto
en el proceso de autorización europeo como posteriormente, hasta
la duración total de 10 años. Además, el gobierno puede levantar
una prohibición existente sin previo aviso.
A su vez, con la nueva ley, se corre el peligro de crear una
Europa “a dos velocidades”: aquellos Estados más sensibles
ambientalmente y más preocupados por la sostenibilidad de su
agricultura tendrán la posibilidad de prohibirlos en su
territorio, mientras otros Estados miembros darán vía libre a la
entrada de nuevas variedades transgénicas.
La propuesta no contempla la obligatoriedad de proteger los
cultivos tradicionales y ecológicos que puedan verse afectados, lo
cual implica un grave riesgo para la biodiversidad, la agricultura
y la alimentación.
Liliane Spendeler, directora de Amigos de la Tierra España, ha
señalado que "a pesar de la situación de España, ésta es una gran
oportunidad para que el Gobierno cierre la puerta a los cultivos
modificados genéticamente, y encaminar nuestra agricultura hacia
un enfoque más sostenible. La ciudadanía ha rechazado
continuamente los cultivos modificados genéticamente y apoya una
agricultura más ecológica y local. Esta nueva ley permite a los
gobiernos estatales prohibir todas las semillas de maíz modificado
genéticamente para que Europa sea libre de transgénicos, y es
necesario aprovecharla”. Es por tanto importantísimo, ha
recalcado Spendeler que “el Gobierno de España siga la línea de
los países europeos y represente de verdad a la ciudadanía y no a
la industria biotecnológica, rechazando completamente el cultivo
de transgénicos en el país”.
Ante este panorama, las organizaciones firmantes instan al
Gobierno español a tomar las medidas necesarias para prohibir
definitivamente el cultivo y la experimentación con OMG en nuestro
territorio.
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