Algo que mucha gente no sabe es que la fecha no está elegida al azar (como tampoco la del 8 de marzo), sino que conmemora el discurso que un 15 de marzo (de 1962) el entonces Presidente de los EE. UU., John. F. Kennedy, dio en el Congreso de su país estableciendo lo que podrían considerarse los derechos básicos de los consumidores.
Y es que la historia de los derechos de l@s consumidor@s es muy reciente. Las primeras asociaciones en defensa de estos derechos no surgieron hasta después de la segunda Guerra Mundial (aunque se conocen antecedentes en el movimiento cooperativista de principios del siglo XX).
Las Naciones Unidas establecen (en sus directrices para la protección de l@s consumidor@s) ocho derechos básicos:
- Derecho a la satisfacción de las
necesidades básicas: tener acceso a bienes y servicios básicos
esenciales y adecuados (alimentos, ropa, vivienda, atención sanitaria, educación, servicios públicos, agua y saneamiento).
- Derecho a la seguridad: ser protegido contra productos, procesos de producción y servicios peligrosos para la salud o la vida.
- Derecho a ser informad@: acceder a los datos necesarios para poder hacer elecciones informadas y ser protegid@s contra la publicidad y etiquetados deshonestos o engañosos.
- Derecho a la seguridad: ser protegido contra productos, procesos de producción y servicios peligrosos para la salud o la vida.
- Derecho a ser informad@: acceder a los datos necesarios para poder hacer elecciones informadas y ser protegid@s contra la publicidad y etiquetados deshonestos o engañosos.
- Derecho a elegir: poder elegir entre un rango de productos y servicios,
ofrecidos a precios competitivos con la garantía de seguridad y buena
calidad.
- Derecho a ser escuchad@s: los intereses de l@s consumidor@s deben estar representados en la aplicación de políticas gubernamentales y en el desarrollo de productos y servicios.
- Derecho a la reparación: recibir resoluciones justas por demandas justas, incluyendo la compensación por bienes mal fabricados o servicios insatisfactorios.
- Derecho a la educación como consumidor@s: adquirir conocimientos y habilidades necesarias para estar informad@s y hacer elecciones apropiadas sobre bienes y servicios y, al mismo tiempo, ser conscientes de los derechos y responsabilidades básicas de l@s consumidor@s y saber cómo actuar al respecto.
- Derecho a un ambiente saludable: vivir y trabajar en un ambiente que no amenace el bienestar de las generaciones presentes ni futuras.
- Derecho a ser escuchad@s: los intereses de l@s consumidor@s deben estar representados en la aplicación de políticas gubernamentales y en el desarrollo de productos y servicios.
- Derecho a la reparación: recibir resoluciones justas por demandas justas, incluyendo la compensación por bienes mal fabricados o servicios insatisfactorios.
- Derecho a la educación como consumidor@s: adquirir conocimientos y habilidades necesarias para estar informad@s y hacer elecciones apropiadas sobre bienes y servicios y, al mismo tiempo, ser conscientes de los derechos y responsabilidades básicas de l@s consumidor@s y saber cómo actuar al respecto.
- Derecho a un ambiente saludable: vivir y trabajar en un ambiente que no amenace el bienestar de las generaciones presentes ni futuras.
Ya veis que hay que hoy hay más que reivindicar que no que celebrar. Como, lamentablemente, suele ocurrir, la realidad en este mundo globalizado está muy lejos de las directrices de la ONU. Vivimos en una sociedad de picaresca y letra pequeña en la que estamos muy desprotegid@s como consumidor@s. Por eso debemos tomar nosotr@s la iniciativa y hacernos con el control de nuestra cesta de la compra, si queremos saber lo que comemos.
Pero como consumidor@s tenemos también responsabilidades. Debemos ser crític@s y cuestionar la calidad de lo que adquirimos; debemos involucrarnos y actuar con responsabilidad social y ecológica (teniendo en cuenta el impacto de nuestras acciones sobre los grupos más vulnerables y sobre el planeta). Y para todo ello debemos unirnos. Solo junt@s podemos tener la fuerza e influencia necesaria. En eso estamos.
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