Ya están aquí de nuevo, esas fechas en las que parece imposible no saltarse las propias reglas y consumir como no nos gusta hacerlo el resto del año. Pero hay muchas maneras de vivir la navidad como consumidores responsables. La principal, pensárselo dos veces antes de adquirir productos innecesarios que muchas veces perjudican la salud (¿eso es un regalo?) y generan más residuos (el planeta no nos dará las gracias).
Se puede tener un detalle con las personas queridas regalando tiempo (vales por un masaje, por una tarde de charla y risas, por un corte de pelo, por un "canguro"...), cosas que hayamos hecho nosotr@s, que hayan elaborado artesan@s (juguetes de madera, bisutería textil, conservas u otros alimentos ecológicos) o de tiendas de comercio justo.
Una cosa es consumir y otra, el despilfarro asociado a estos días del año.
Encontraréis información interesante sobre los perfumes y juguetes (clásicos entre clásicos) aquí.
Y, por último, para envolver los paquetes no hace falta comprar papel. Seguro que en casa tenemos muchas cosas que podemos aprovechar. Para la decoración navideña, los blogs están llenos de alternativas muy creativas, a base de materiales reciclados, para evitar tirar un árbol a la basura en enero o llenar la casa de tóxicos los días en que reunimos en ella a la familia.
Foto tomada prestada de http://blogdenotas.azulambientalistas.org/?p=1152
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