Sabemos que lo que comemos no solo afecta a nuestra salud, sino al medioambiente.
Sabemos que las emisiones de un
alimento de origen vegetal son en principio menores que otro de origen animal; pero también es crucial saber cómo se ha producido ese alimento: ¿es una lechuga de agricultura intensiva o un queso agroecológico? Lo que está claro es que la producción ecológica se asocia a menores niveles de emisiones de gases de efecto invernadero. Solo hay que conocer un poco, por ejemplo, los procesos de la ganadería industrial, con piensos procedentes de deforestación, uso intensivo de transporte (y, por lo tanto, combustibles fósiles), etc. Pero también la sobreexplotación de acuíferos en zonas como Murcia, donde la agricultura industrial recurre al uso de fertilizantes, etc. y deja toneladas de alimentos (y plásticos) sin recoger según los precios del mercado tras haber invertido en ellos un bien tan preciado como es el agua.
También es importante el concepto de proximidad y su contrario, los alimentos kilométricos. Con esto tiene mucha relación el consumo de productos de temporada producidos localmente.
Además, en PACCAS nos gusta comprar algo tan importante como lo que comemos directamente a productor@s con los que establecemos una relación justa y de confianza. No dejes tu alimentación en manos de grandes empresas a quienes solo les importa tu dinero, y no tu salud ni la del planeta.
Por todo ello y mucho más, nuestro propósito para el nuevo año es que nuestra alimentación impacte cada vez menos sobre el clima, y este es un propósito que seguro que cumplimos.
Para el 2021, esperamos que cada vez más personas se unan a su grupo de consumo más cercano y tomen las riendas de su alimentación. Y os deseamos a tod@s mucha salud.