sábado, 5 de marzo de 2022

Comemos combustibles fósiles (y es una pésima idea)

La creciente crisis energética se extiende y ramifica por todos los ámbitos, y la agricultura industrial no iba a ser una excepción.

El problema (en muchos sentidos) es que comemos combustibles fósiles. Y no sólo porque se necesiten para transportar o refrigerar tanto los mismos alimentos como las materias necesarias en la estresada cadena de suministros, sino porque, directamente, una parte de los combustibles fósiles que extraemos se utilizan también en la producción de pesticidas, y sobre todo, de fertilizantes para la “agricultura moderna”. Cerca de un tercio de toda la energía usada en el sector agrícola se utiliza para la fabricación de fertilizantes inorgánicos.

Debe tenerse en cuenta que si sube el precio de la energía, sube el de los fertilizantes, el transporte y casi todos los procesos productivos. Por lo que podemos estar en la antesala de una gran crisis alimentaria

La mal llamada "revolución verde" en la agricultura (más bien fue negra como el petróleo) hizo que la cadena alimentaria sea totalmente petrodependiente. Además, la producción de fertilizantes nitrogenados depende principalmente del gas natural...

En PACCAS apostamos por la agroecología

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